La madrugada del viernes al sábado, a Jose le dio un cólico nefrítico y nos fuimos al hospital de Granollers, ese que todas vosotras conocéis. Pobrecillo, por la cara que tenía, eso debe de doler muchísimo. En la sala de espera a un chico le sonó el móvil y era una canción de los chichos o los chungitos o ¿? “dame veneno que quiero morir”, una melodía muy oportuna… Pensé: pero será hortera!!, y eso me llevó a seguir pensando en las cancioncillas que le ponemos al móvil. Seguramente ese chico pensaría lo mismo de la que tengo yo en el mío. Y es que por suerte no somos iguales, y tenemos gustos distintos. ¿Tengo razón yo en pensar que él es un hortera?, ¿o él por pensar en la mierda de música que me gusta a mí?.

Reconozco que tengo nula cultura musical, visitando la página de Acuarela, esa misma noche, Jose me tuvo que ir explicando qué eran y qué significado tenían los lugares que aparecían en las fotos. Me da a mí que el chico de dame veneno, tampoco.

Aquí estoy yo para defender la música que me gusta, que no es ni mucho mejor ni peor que la que le gusta al del móvil o a mi besuc. Y lo de la calidad no lo entiendo, bueno sí se que lo que toca Paco de lucía con la guitarra es de mayor calidad que lo que toca mi besuc, o lo que suena de la filarmónica de Londres también es de mejor calidad que lo que toca uno con un teclado en las bodas.

No entiendo de música pero se lo que me hace sentir la que me gusta.

Me gusta la música que me transmite fuerza, vitalidad, garra, desparpajo, valentía, genialidad, que me haga sentir igual que cuando grito a viva voz “No a la guerra”, o “Guillermo Pixilín”. Que me entre por todos los sentidos, no solo por el oído. En cualquier estilo puedo encontrarme con mi dosis de adrenalina. Por ejemplo, Mozart me hace vibrar. La urraca ladrona, el barbero de Sevilla y Guillermo Tell de Rossini, El nuevo mundo de Dvorak, El Emperador de Beethoven. Las de desamor y las duras y crudas de Extremoduro. “Navaja de papel” de Los rápidos, “Rosa de los vientos” de Los burros. “Los ángeles no tienen hélices” de El último de la fila,“Hasta de perfil” de Rosendo, “Y si amanece por fin” de Sabina, “Trozos de cristal” de Fiti y los fitipaldis. Amenazo con seguir…

Para los que me han aguantado el tostón:

Ama, ama, ama y ensancha el alma

Quisiera que mi voz fuera tan fuerte
que a veces retumbaran las montañas
y escucharais las mentes-social-adormecidas
las palabras de amor de mi garganta.

Abrid los brazos, la mente y repartíos
que sólo os enseñaron el odio y la avaricia
y yo quiero que todos como hermanos
repartamos amores, lágrimas y sonrisas.

De pequeño me impusieron las costumbres
me educaron para hombre adinerado
pero ahora prefiero ser un indio
que un importante abogado.

Hay que dejar el camino social alquitranado
porque en él se nos quedan pegadas las pezuñas
hay que volar libre al sol y al viento
repartiendo el amor que tengas dentro.