Buenos días por la mañana a tod@s l@s enferm@s de seitonas. Hace más de una hora que ya ando por ahí dando por saco.
Más que hacer honor a mi nombre, ayer a la hora de las aves ciegas, me comporté como una cabra subiéndome a todos los muebles de mi casa, me enganché cual garrapata a un micrófono y tan solo lo solté cuando el agotamiento me poseyó. Recuerdo que celebré cada una de las botellas vacías que dejaba en el contenedor, estilo guaraná y también recuerdo cómo Play, desde dentro, me pilló. Me pilló en otra situación más comprometida, aunque ahora que lo pienso, para mí no fue comprometida y para ella tampoco, pues dejémoslo en que me pilló en otra de esas cosas que debes hacer con la puerta cerrada cuando tienes invitados (preguntarnos en el café).
En el arrebato de ñoñismo que me dio cuando empecé a abrazar y a besuquear a todas las seitonas, le di un beso en to los morros a Marona que nada que envidiar tenía con el de Play y Drinks. Recuerdo también como Marona le ponía como ejemplo a l’Arnau mi comportamiento como lo que no se debe hacer.
Perdonarme por mi salvajismo anarquista, espero que estuvierais a gusto, que cenarais bien, que os lo pasarais igual que yo, que me queráis como yo os quiero…antes de que me ponga ñoña del to, acabo. MUA!!!!!!!!!!!
De pastora a cabra salvaje.